Olivetti era famosa por su atención tanto a los aspectos de ingeniería y de diseño, como la colección permanente en el Museo de Arte Moderno de Nueva York dan testimonio, y las Programma 101 fueron otro ejemplo de esta atención. Ingeniería inteligente, el equipo trabajó duro para ofrecer un producto muy simple, algo que cualquiera pudiera usar. Para apoyar esto, aparte del precio y del tamaño, se centraron en la persona como objetivo. Este enfoque ayudó a inventar cosas como la tarjeta magnética programable, un elemento revolucionario para ese momento permitiendo que cualquier persona pudiera insertar dicha tarjeta y ejecutar cualquier programa en unos pocos segundos.
"Recuerdo que un día recibí una llamada de Roberto Olivetti: "quiero verte para un proyecto complejo que estoy construyendo". Se trataba del diseño, no de una caja conteniendo mecanismos y circuitos impresos, sino un objeto personal, algo que tenía que vivir con una persona, una persona con su silla sentada ante una mesa o escritorio y que tenía que empezar una relación de comprensión, de interacción, algo muy nuevo, porque antes de esa fecha las computadoras eran tan grandes como un armario. Con un armario nosotros no tenemos ninguna relación: de hecho, los armarios más bellos desaparecen en la pared. Pero esto no era un armario o una caja, se trataba de una máquina diseñada para ser parte de su séquito personal."
Mario Bellini, 2011
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